Hace un mes y medio en Badajoz nos despedimos del mes de agosto; un mes en el que parece que el día a día de la ciudad se para hasta que reinicia su actividad en el mes de septiembre. El caso contrario fue el de S.O.S Casco Antiguo, una asociación que no cesó su actividad durante el verano, de hecho, la incrementó, y que para sorpresa de todos los ciudadanos se despidió de nosotros el 28 de agosto con un comunicado sincero y agridulce.
Cuando abrimos el blog Barrio Alto Badajoz en 2019, una de las primeras entrevistas que hicimos fue precisamente a esta asociación, la cual consideramos que tenía un papel importante en el barrio histórico. Recordamos aquel encuentro en el que nos dijeron que ellos simplemente eran vecinos asociados que vivían en la zona marginal del Casco Antiguo, cuya pelea consistía en conseguir un entorno normal para sus familias. Tampoco olvidamos la frase que utilizamos como título de la entrada “somos una asociación con el fin de desaparecer”; unas palabras que ahora vienen muy a cuento por su reciente comunicado. El significado de esta frase está claro que en su origen tenía una connotación positiva; si desaparecen es porque han cumplido su objetivo. Conociendo las andanzas de esta asociación podemos afirmar que gran parte de sus propósitos han sido logrados: gracias a su labor el barrio se ha llenado de vida con determinados eventos como el cine del Parque de la Legión, las bibliotecas callejeras, chocolatadas solidarias, pasacalles de Halloween, las plataformas únicas, las cámaras de vigilancia, las comisarías, el Consorcio, equipamientos y dotaciones del barrio, zonas infantiles, el centro de salud, un centro cívico, los espacios verdes, las fuentes…Pero tienen claro que con esto no ha sido suficiente. Y los ciudadanos del Casco Antiguo somos conscientes de que sigue quedando mucho o todo por hacer.
Algunos de los aspectos que en aquella entrevista de 2019 describían como necesarios nuestros amigos de SOS Casco Antiguo fueron: los puntos de droga, las ruinas, los solares insalubres y todo lo que esto conlleva. Tristemente, en el comunicado que han lanzado, uno de los motivos que dan para su fin de ciclo es que “nuestro mayor problema ha sido y es la droga, y un profundo pesimismo fruto de lo anterior y del olvido institucional de años que hemos sufrido”.
“Necesitamos un barrio vivo donde siempre pasen cosas, cómodo para vivir, dentro de las limitaciones que imponen su morfología y protección patrimonial, y que atraiga a la inversión privada (las familias que harán hogar de nuestras ruinas y solares) de la mano de la inversión pública, que debe ser la guía”. Tratándose del Casco Antiguo de Badajoz esta descripción suena utópica, pero ¿tan difícil sería conseguir un barrio así? Parece ser que sí.
La buena noticia es que SOS Casco Antiguo es de abrir puertas pero no de cerrarlas. Nos confirman que se tomarán un respiro en cuanto a la parte más dura y amarga de su labor, destacando que al menos hasta después de las elecciones (debido a las malas experiencias que vivieron en las anteriores).
“Nuestros proyectos están ahí y seguramente veamos grandes e importantes cambios en los próximos meses, especialmente durante 2023, como fruto del trabajo de estos seis años (Campillo, centro de salud, Consorcio, extensión de plataforma única, Escuela de Artes y Oficios en Chapín, mejora de zonas verdes, etc.)”.
En Barrio Alto Badajoz estamos seguros de que esto no es una despedida, sino un hasta pronto. Porque, por desgracia, continúa siendo imprescindible el trabajo de asociaciones de este tipo, una agrupación creada por y para los vecinos del barrio.
¡Que viva SOS Casco Antiguo Badajoz!