“La memoria es el almacén de nuestros recuerdos”; esta frase encabeza el blog de la profesora jubilada Pilar Otano, un blog en el que escribe “Algunas cosas que le gustan”, algo que tiene en común con este blog en el que nos gusta hablar sobre nuestro querido Casco Antiguo pacense. Esta jubilada flâneuse escribe sobre sus viajes, que no son pocos, junto a su marido Lorenzo Blanco, un enamorado por cierto de nuestro barrio histórico. Hablamos con Pilar porque nos gusta conocer el punto de vista de una persona que desgrana cada uno de sus viajes y aficiones; las bibliotecas, los libros, el arte, la cultural en general.
Pilar en su blog describe al detalle cada uno de los lugares que ha conocido, ¿Cómo describiría un viaje por el Casco Antiguo de Badajoz?
Sí, en el blog comparto impresiones de nuestros viajes, siempre con una tremenda curiosidad, con la mirada atenta a lo que me rodea y con unas ganas inmensas de aprender. Me gusta conocer lo diferente, otras formas de vivir y de pensar. Sin embargo, también se puede viajar sin tener que desplazarte, sin llevar maletas, solo con el deseo de encontrar algo distinto. Y ese viaje interior y cercano es muy sencillo en nuestro Casco Antiguo de Badajoz. Me gusta pasear por sus calles en las que siempre encuentro algo que me había pasado desapercibido, explorando sus rincones. Con un café en cualquier terraza de nuestras maravillosas plazas, me gusta observar a la gente que pasa y que pasea; imaginar la vida de sus calles en otras épocas… Es esa idea del flâneur de la que hablan Baudelaire y Walter Benjamin. Es decir, que viajar por nuestro Casco Antiguo también es un viaje interesante.
La cultura y el arte son otras de sus aficiones como podemos observar en sus entradas, ¿qué echa de menos en Badajoz, en ese sentido, respecto a otras ciudades que haya visitado?
Nuestra ciudad tiene un patrimonio y una historia muy interesantes, que muy lentamente, quizás demasiado lentamente, se está empezando a poner en valor. En muchas de las ciudades del tipo de Badajoz que hemos visitado sacan jugo a cualquier aspecto de su historia, de su arquitectura, de sus jardines o de sus personajes. Por aquí vamos a otro ritmo, sin embargo, soy optimista. Quizás nos falte cultura de participación, a veces la respuesta a las actividades culturales que se proponen es escasa y pienso que el crecimiento de ese interés por parte de mis vecinos sería el gran salto para ser una ciudad más desarrollada a todos los niveles.
Como viajera empedernida, y nosotros como amantes de los Cascos Históricos, ¿qué Cascos Antiguos le han impresionado más de todas las ciudades que ha visitado?
Efectivamente, me considero una viajera empedernida porque viajar te abre la mente y consigue que tengas otra percepción de las cosas, de la historia, de la gente y del transcurrir diario. Y me resulta complicado nombrar Cascos Históricos que me hayan impresionado, porque son muchos y cada uno con su impronta particular. Así, de pronto me vienen a la cabeza los de grandes ciudades como el de Burdeos o Carcasona, el de Edimburgo, el de Sibiu en Rumanía o el de Cusco en Perú. Pero casi más interesantes me parecen los de las pequeñas ciudades o casi pueblitos de muchos países de Europa donde miman sus zonas históricas y los muestran con orgullo.
Tampoco hace falta ir muy lejos. ¡Cuántas poblaciones portuguesas tienen esas zonas céntricas tan cuidadas! Son muchas, pero por nombrar alguna, la templaria Tomar es un lugar que merece la pena visitar. Sin olvidar a nuestra vecina Elvas, que por tan cercana casi no valoramos lo maravillosa que es.
¿Y de las bibliotecas que ha visitado?
¡Ay! Las bibliotecas… Esa es una de mis debilidades. Las bibliotecas y los mercados te dan una pista interesante de la ciudad en la que te encuentras. Siempre busco alguna en nuestros viajes para charlar un rato con la bibliotecaria (suelen ser siempre mujeres…) y que me cuenten qué es lo que leen sus usuarios. También me interesa saber los libros de escritores en lengua castellana que tienen en sus bibliotecas cuando estoy en un país extranjero. ¡No sabe lo interesantes que son las respuestas!
Pero volviendo a la pregunta. Tengo recuerdos interesantes, por ejemplo una pequeña biblioteca de literatura policíaca y de espionaje que hay en París, muy cerca de la catedral de Notre Dame. Me gustan mucho las bibliotecas que tienen grandes ventanales con vistas a un parque, como el Café Literario Bustamante en Santiago de Chile; o con vistas a una montaña y a la nieve como la de Akureyri en Islandia. Otras son majestuosas como la de la Universidad Autónoma de Ciudad de México. O edificios sorprendentes y muy modernos como el de la biblioteca de Riga, en Letonia. Podría seguir…
¿Alguna biblioteca en Badajoz que quiera destacar por su interés o historia?
Sin lugar a dudas, la Biblioteca de Extremadura merece ser destacada por su magnífica ubicación, en todo el meollo de la Alcazaba, además de por ser el lugar que acoge nuestro patrimonio bibliográfico. Sin embargo, aprecio mucho la transformación de lugares decrépitos y con historia en otra cosa que resulta ser especial. Eso ha ocurrido con la Biblioteca Municipal Santa Ana. Como nacida y casi criada en el Casco Antiguo tengo el recuerdo de esa Plaza Chica con su mercado, y su posterior abandono. Ahora, su transformación en la biblioteca de nuestro barrio la ha convertido en un lugar especial, aunque muy poco aprovechado.
Y si queremos hablar de bibliotecas interesantes, no podemos olvidar las bibliotecas escolares, donde los profesores tiene un especial empeño en la difusión de la lectura entre sus alumnos. Es una labor silenciosa y que me parece necesario que sea reconocida.
¿Qué libro recomendaría a los seguidores de Barrio Alto Badajoz?
Eso me parece complicado. No podría elegir uno en concreto. Pero lo que me gustaría recomendar en cuanto a lectura es que visiten nuestras bibliotecas. Allí siempre van a encontrar algún amigo en forma de libro que nos puede acompañar en muchos momentos de nuestro agitado día. Ese libro que parece que está escrito pensando en nosotros, que nos va a sacar de la rutina y nos va a hacer vivir otras vidas. Ese es otro viaje emocionante por nuestro Barrio Alto de Badajoz.
Felicito a Pilar Otano y Lorenzo Blanco por esta iniciativa de mirar con ojos nuevos nuestra ciudad de Badajoz y todas las ciudades, sino por su atención a lo verdaderamente significativo de sus patrimonios: bibliotecas, mercados, calles… Qué enriquecedor resulta así el viaje!