“Me atrevería a decir que tenemos la hemeroteca más completa y amplia de Extremadura. A los ciudadanos les encanta consultar periódicos porque, de alguna manera, forman parte de esa historia indirectamente. Por ejemplo, la semana pasada me llamó una chica tras rellenar el formulario de la web, para contarme que su madre fue portada de un periódico ya que nacieron trillizas y quería localizar la noticia que salió en prensa y le hacía muchísima ilusión conservarla”.
Estaba convencida o, mejor dicho, trataba de autoconvencerme de que no sucedería pero al final ha tenido que pasar: en esta ocasión la insufrible y eterna pandemia nos obliga a Laura y a mi, a visitarnos y charlar virtualmente. Cierto es que todo son ventajas con las nuevas tecnologías y desde que llegaron a nuestra vida nos abren infinidad de posibilidades. Siempre admiré y me produjo envidia de la “no sana”, la escena en un bar de desayunos, por la mañana, de alguien leyendo el periódico con el café y la tostada. Ahora, gracias a los lectores de pantalla que, mediante voz, nos hacen accesible sus contenidos, a las personas ciegas o con baja visión, yo también puedo protagonizar esa escena que, para algunos, , resultará una tontería sin importancia, pero que a mi, como muchas otras cosas que no puedo hacer, me parecen un auténtico privilegio. Hombre, no llego a satisfacer del todo mi objetivo, por mucho que me digan que da igual, que el caso es que puedo hacerlo. Pero no, hombre no. No es lo mismo; ese olor tan característico del papel y la tinta de los diarios, pasar las páginas, pararte en titulares o leer la noticia completa, o mirar fotos, o ir de adelante hacia atrás y viceversa. Eso me encantaría. Como también me gustan muchísimo todos los artículos de papelería que a mi no me sirven para nada. Desde pequeña recuerdo a mis compañeros de pupitre con sus libros de colores y dibujos, sus gomas de borrar que llenaban aquellas mesas verdes de minúsculos trocitos y ese gesto del soplido y la mano retirándolas. Los lápices de colores, los sacapuntas de diversas formas y un montón de piezas más que llenaban los estuches de unos y otras y que me volvían loca. Mi mesa se me hacía bien sosa: un libro inmenso y pesado en Braille, todo blanco, sin un solo dibujo y lleno de puntitos y una máquina Perkins o un pequeño ordenador. Menudo rollo.
En fin…hoy despliego todo mi arsenal de trabajo o mejor dicho, de teletrabajo que por fortuna y bendiciendo a las nuevas tecnologías otra vez, tengo que decir que me resulta maravillosa e increíblemente fácil. Teléfono, IPad y ordenador y yo misma, para recibir a Laura Marroquín Martínez, responsable de la Biblioteca y la Hemeroteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, situada en el corazón de Badajoz. Ambas, mientras compruebo sonido y demás, recordamos que estuve allí hace algunos meses y cómo ahora esta situación que ya pesa tanto, nos hace tener que hablar e interactuar con pantallas y teléfonos de por medio. A mi me llega el olor a vetusto, a historia a esa magia especial que se respira en la Económica, porque, por fortuna, eso si no nos lo puede quitar nadie.
Lo primero y más que tradicional, pedirle a Laura Marroquín, su autorretrato: “”nací aquí y como se suele decir, me considero de Badajoz, de toda la vida. Estudié en las Josefinas y luego en el Zurbarán. Al terminar en el instituto me animé a continuar mis estudios aquí, en Badajoz y comencé Biblioteconomía. Más tarde me compré un piso y la verdad es que no me he querido mover nunca de mi ciudad. Llevo en la Económica más de veinte años”.
Tanto tiempo en la misma empresa, le comento, resulta todo un privilegio en los tiempos que corren. ME gustaría saber cómo fueron esos inicios allí. “Cuando terminé la diplomatura, muy pronto, me llamaron para hacerme una entrevista y la verdad es que, en aquellos tiempos yo no conocía demasiado la Económica, pero me hizo mucha ilusión. Recuerdo entrar en aquel edificio de la calle Hernán Cortés, en aquella sala donde me invadió una magia especial. Pensé “yo quiero trabajar aquí. Este es mi sitio”. El olor de aquellos libros, la estancia, todo. Me hizo la entrevista Lucía Castellano, que actualmente, es directora del Centro de Estudios Extremeños y otros cuatro directivos a los que ahora les tengo un cariño y un respeto enorme. Eran tres meses de prácticas y llevo ya 21 años”.
No sé si Laura es consciente de que, de alguna manera, forma parte de la historia de la ciudad y de cómo esa historia se está transmitiendo y manteniendo viva. Pienso que trabajar y tener entre las manos los libros que conserva la Económica, desde luego no es cualquier cosa. De antes hasta hoy, ha tenido que ser testigo de primera fila, de una evolución digna de comentar. “Cuando yo entré a trabajar había dos o tres ordenadores con una base de datos y mucho trabajo acumulado. Entonces no teníamos ni página web ni nada, claro. Era todo registro y catalogación y la evolución de todos estos años ha sido bestial. Hoy en día contamos con la web, por supuesto, pero además estamos en redes sociales con Facebook Twitter e Instagram. Tenemos también un canal en Youtube donde hacemos las conferencias vía Streaming. Por tanto, nada que ver. Admirable que una sociedad del siglo XVIII con tantos años de historia, siga hoy con esa fuerza y e adapte a los tiempos. Hemos ampliado los fondos de la Económica. Desde el siglo XVI al XIX están todos en el edificio de la calle Hernán Cortés y a partir del XX aquí en el de la calle San Juan, aunque siguen entrando donaciones aún”.
En este momento le pido que me hable de alguna de esas donaciones especiales, anecdóticas, que resulten diferentes a las demás y Laura me habla de un nombre propio. “Una donación que personalmente me gustó mucho, sobre todo por la persona que lo traía y la presentación y encuadernación del ejemplar. Don Emilio Luna Gordillo traía un libro misal, gordito, con sus tapas de terciopelo…era un documento valioso ya que entran pocos libros antiguos ya. Actualmente, llegan libros más actuales cedidos por la Editora Regional, la Diputación o el Ayuntamiento, aunque también a veces, de algún particular”.
Es Badajoz generoso con su historia en libros y conoce y valora la Económica, pregunto, o faltan iniciativas para que esta idea se refuerce. “Con actividades como la de “La Noche en Blanco” que organiza el Ayuntamiento se consigue mucho. Ojalá pronto se vuelva a repetir. Recuerdo que la Económica abrió sus puertas y se dio mucho a conocer. La gente entraba y se les notaba el gesto de sorpresa, que no conocían el edificio ni a nosotros. Ciudadanos que llevaban años en Badajoz se asombraban de todo el legado que había. Fue maravilloso, la verdad”.
Sobre la extensa hemeroteca, también quiero que Laura Marroquín me comente algún aspecto destacable y así la define: “me atrevería a decir que tenemos la hemeroteca más completa y amplia de Extremadura. A los ciudadanos les encanta consultar periódicos porque, de alguna manera, forman parte de esa historia indirectamente. Por ejemplo, la semana pasada me llamó una chica tras rellenar el formulario de la web, para contarme que su madre fue portada de un periódico ya que nacieron trillizas y quería localizar la noticia que salió en prensa y le hacía muchísima ilusión conservarla”.
Tampoco podemos dejar de hablar de un interesante proyecto en el que tiene mucho que ver Fundación CB, como es la digitalización de archivos. “Desde el año 2014 rubricamos un convenio con la Universidad de Extremadura, luego con el Ayuntamiento y desde hace bastantes años, también con Fundación CB, con la cesión de un becario con una formación especializada. Están haciendo un trabajo estupendo. Una labor excelente que nos está permitiendo digitalizar todo el archivo histórico donde se reflejan los cientos de avatares por los que ha pasado la Económica Desde sus primeros años. Hay doscientos años de historia que ahora, gracias a esta iniciativa, se van a conservar en diferentes documentos pero también se difundirán en un fondo documental que es excepcional y que quedará colgado en nuestra web. Está siendo un proyecto estupendo de sesenta y siete cajas y vamos por la número veinticinco . Un auténtico placer para, quienes como nosotros, los que formamos parte de la Económica, valoramos tanto nuestra particular historia”.