“Yo creo que el éxito de la Crónica en estos 15 años reside en que jamás lo hemos hecho, ni quienes estamos ahora, ni quienes pasaron por aquí, pensando en que se trata de un medio de comunicación gratuito. Siempre intentamos ofrecer información de calidad y lo hacemos lo mejor que podemos”. ”Durante la pandemia recuerdo que nos llamaban para asegurarse de donde estaban los puntos de reparto y hacerse con el periódico”.
El recorrido hoy se me plantea fácil y cotidiano. No hay demasiados obstáculos que salvar; las vallas han desaparecido y las obras parece que se hayan esfumado de la senda que me lleva al corazón de la ciudad, como cada semana. En esta ocasión la cita se me plantea totalmente diferente a todas las anteriores: complicada a la vez que ilusionante. Belén Castaño es compañera, periodista como yo y en esta ocasión, se pone al otro lado, con lo que eso cuesta. Por tanto tiene un mérito añadido y como le hago saber en broma, supongo que esto se parecerá en algo a cuando un médico opera a otro médico, ¿no?. Hace algunos días que hemos concertado sitio y hora para la entrevista y como en todos los casos, Belén empatiza al cien por cien con mi baja visión y participa de chascarrillos y demás historias. Sin duda el momento “foto”, por ejemplo, promete seguro. Mi relación con los compañeros de los medios es sencillamente genial. Lo mejor de todo es que resulta normal además de genial. El día a día de una periodista con baja visión está lleno de anécdotas curiosas, por lo menos en mi caso, que demuestran que esta profesión que adoro, además de ser la más bonita del mundo, al menos para mí, cuenta con gente buena, pero buena de la de verdad. De la que te agarra el móvil desde detrás cuando estás haciendo una foto y te susurra al oído: “Susi, te lo pongo derecho que está pelín torcido, ¿vale?”. De la que se sienta a tu lado y te lee en voz baja los datos que te hacen falta porque el que da la rueda de prensa de turno, ha dicho una vez más eso de “todo lo tienen ustedes ahí escrito”. Sí, “ahí escrito”, en unos papeles dentro de una carpeta monísima, con sus logos y sus colores, pero que a mí, no me sirven para nada porque me resultan totalmente inaccesibles. Gente que se preocupa de mirar si se mueven los números de mi grabadora digital y si no, directamente dice en voz alta: “un momento que a Susana no le está funcionando la grabadora”. Gente que va estresada, con el tiempo justo pero del que saca un momento para avisarme: “cuidado con el cable. Pasa mejor por aquí, no vayas a caerte”. Gente, hecha, sin duda, de otra pasta. En definitiva, MI GENTE.
Pues bien, a una de ellas, resulta que la tengo sentada frente a mi y me complace que, en esta ocasión, pase por este particular “punto de vista”, alguien que, además de colega y amiga, va a ofrecernos una visión de espectadora de primera fila de nuestro Barrio Alto. Ambas encuadramos la conversación con dos cafés encima de la mesa, en uno de los veladores de la Plaza de España, comentando precisamente que, en el Facebook de Fundación CB de Barrio Alto Badajoz, siempre compartimos las publicaciones que tienen que ver con lo que sucede en el Casco, tanto de la Crónica como del Periódico. Y así, sin más, comenzamos la charla y le pido a Belén Castaño, lo que a todos: ese autorretrato en el que debe hacer una breve semblanza de quién es.
“Tengo 46 años y soy de la Codosera. Desde hace más de veinticinco años vivo aquí en Badajoz, que era el sitio donde, desde que estudié periodismo en Salamanca, pensaba desarrollar mi profesión y establecerme. Siempre me ha gustado el periodismo cercano y afortunadamente he podido desarrollar esa vertiente profesional que era la que me interesaba”.
La crónica cumple ahora 15 años desde su edición diaria aunque nació antes. “ Efectivamente, fue ahí donde yo empecé a colaborar. A partir de ese momento di el salto al periódico Extremadura y hoy por hoy, nos hemos convertido en la delegación del periódico en Badajoz y también de la crónica”.
El “Periódico” y la “Crónica” ,como siempre decimos entre compañeros. Pero quiero saber si el perfil del lector de uno y de la otra, es diferente o parecido. “El Periódico tiene un precio. Se vende en el kiosco y alguien debe gastarse el dinero e ir a comprarlo. La Crónica, sin embargo, cuenta con una característica muy importante: que ha acercado la prensa al ciudadano. A esa gente que, bien porque económicamente no se lo puede permitir, bien por otras circunstancias, no puede ir a comprar la prensa. Gente que no era usuaria de leer periódicos habitualmente, ahora lo es gracias a la Crónica. Pienso que resulta importantísimo ofrecer al ciudadano información para que forme su propio pensamiento crítico. La Crónica, en ese sentido es un periódico muy social porque se presenta con fácil acceso para todos. Ahora , en este mundo de las nuevas tecnologías, y redes sociales, existe gente que puede consultar la edición digital pero también la escrita. Las personas mayores son un colectivo que no siempre accede a las nuevas tecnologías y le brindamos la información diaria, local y de calidad. Yo creo que el éxito de la Crónica en estos 15 años reside en que jamás lo hemos hecho, ni quienes estamos ahora, ni quienes pasaron por aquí, pensando en que se trata de un medio de comunicación gratuito. Siempre intentamos ofrecer información de calidad y lo hacemos lo mejor que podemos”.
Pienso que la Crónica se ha convertido en un periódico de aquí… como muy de andar por casa, dicho de manera cariñosa, claro. Reflexiono entonces con Belén, si a ellos les llega esta percepción del público que los lee. “Sí, yo creo que la Crónica ha generado un sentimiento de cariño, de pertenencia e identificación. Tratamos problemas cercanos, de la gente que nos lee, de los vecinos y las inquietudes de sus barrios. Lo que pasa en el Ayuntamiento,, en nuestras calles, en nuestras fiestas. Al final somos un medio de Badajoz”.
El formato en papel de este periódico, también resulta fácil y accesible al público. Belén está de acuerdo conmigo. “Hubo una época en que salíamos los sábados. Ahora, de lunes a viernes nunca fallamos. Las colas que se forman para recoger el periódico nos hacen sentirnos responsables y contentos y nos dan aliento para seguir adelante. Mucha gente se levanta muy temprano y hace cola, espera al repartidor y nos da mucha alegría ver a vecinos de todos los sitios: San Roque, San Fernando, de aquí del casco antiguo y de toda la ciudad, interesándose por lo que escribimos. Durante la pandemia recuerdo que nos llamaban para asegurarse de donde estaban los puntos de reparto y hacerse con el periódico. Es bonito saber que estás trabajando para ofrecer un servicio tan primordial al ciudadano”.
Ambas estudiamos la carrera en Salamanca y ahora reflexionamos sobre aquella “Aldea Global” de la que nos hablaban los profesores. Como, por un lado nos interesaba saber lo que sucedía en la otra parte del mundo, pero por otro, sentirnos seguros y bien informados de lo que acontecía alrededor de nuestra casa. Nos encontramos sentadas en una de las mesas de un local de la Plaza de España y Belén me hace saber que justo desde donde nos encontramos, puede ver la ventana de la redacción del Periódico y la Crónica. “Qué morruda”, pienso, en una expresión propia de mi hija Celia e imagino por, tan solo unos segundos, lo chulo que sería ver como Belén, justo desde aquella silla, desde tan lejos, esa ventana. Hasta que no nos situamos unos metros más cerca, no consigo localizar yo, a duras penas, una mancha roja que me dice Belén, que es el cartél que está en el balcón y con sus indicaciones y mi “menos de medio ojo”, como me gusta describir a mí, en broma, mi forma de ver, tratamos de encuadrar una foto que no nos convence ni a ella ni a mí, por lo que decidimos subir a la redacción y tomarla desde arriba. Mucho más bonita, ¿dónde va a parar?.
Pero antes de visitar las oficinas del periódico para hacer la foto y de paso, saludar a mi compañera Choni, que me dice Belén que posiblemente esté arriba, tenemos que hablar del Casco y de qué significa para una periodista como Belén Castaño. “Para mi es como un pueblo en el que creo que nadie se siente extraño. Es de todos y somos todos. Vivas, trabajes o vengas a pasear, perteneces a él. Se ha creado un sentimiento de pertenencia porque todos los ciudadanos hemos vivido aquí momentos importantes. La propia Crónica ha estado muy presente en el Casco Antiguo. Nuestra sede siempre ha estado instalada aquí. De Juan Carlos I, nos hemos subido unos metros nada más. Ahora estamos donde originariamente el periódico Extremadura comenzó su trayectoria. En cuanto al latir y el sentir del Casco, pienso que a todos nos preocupa su rehabilitación, su restauración y todo lo que sucede aquí. Creo que ha dado un salto mayúsculo aunque aún necesita mucho pero se han hecho infinidad de cosas. Además, cuenta con unos colectivos y unos vecinos que no cesan en su empeño y nosotros así lo reflejamos en nuestras páginas”.
Belén Castaño es una de las personas que, profesionalmente, le toma el pulso al Barrio Alto desde hace tiempo y quiero que, como en el cine, haga ese flashback que pedimos otras veces a quienes pasan por “Cada Punto de Vista” y nos haga un análisis de cómo estaba y cómo ve ahora el Casco Antiguo. “
Para mí el cambio ha sido uno de los grandes. Queda mucho por hacer porque recuerdo que cuando llegué a hacer prácticas a Badajoz en el año 97 venía con el recelo en el cuerpo. Me decían:de San Juan para arriba no subas. Sin embargo, a mí me descubrió el casco antiguo mi amiga Teresa Benítez, verdadera alma de esta zona. Es cierto que las partes menos demandadas, es decir, , las calles por las que menos gente pasa, sí que están descuidadas, pero hay colectivos y asociaciones de vecinos que permanecen muy pendientes y empeñados en esa rehabilitación. Se están llevando a cabo actuaciones muy importantes como la de la Galera,, el cambio brutal de la Alcazaba, iniciativas privadas que han rehabilitado y dinamizado calles, como el caso de Julián Monge en el Silencio, que ha hecho de Moreno Zancudo todo un referente y como el otros muchos hosteleros que han apostado por esta zona. Creo que entre todos y siendo conscientes de que a veces hay que empujar un poco a quien lleva el timón de todo esto, se conseguirá un futuro distinto y aún mejor para el corazón de Badajoz”.